EL ATLÉTICO DEJA CASI RESUELTA SU ELMINATORIA CONTRA EL PANATHINAIKOS (2-3)

EL ATLÉTICO DEJA CASI RESUELTA SU ELMINATORIA
CONTRA EL PANATHINAIKOS (2-3)

Forlán y Agüero marcan el rumbo

* Maxi abrió el marcador; Forlán y Agüero remataron
la obra con dos maravillas

* El Panathinaikos sobrevivió gracias a un mejor
tono físico y a errores madrileños



MADRID.- El Atlético definirá su pase a la fase de grupos de la Liga de
Campeones el próximo martes en el Vicente Calderón. Serán 90 minutos
amables y de celebración tras el 2-3 arrancado en el estadio Spyros Louis,
domicilio del Panathinaikos, con goles de Maxi, Forlán y Agüero.

Los griegos no amenazan con dar la sorpresa en Madrid ante un rival con
exactamente las mismas virtudes y los mismos defectos de la temporada
pasada. Y de la anterior. Es lo que ofrece la política de puño cerrado de
los dirigentes rojiblancos, felices por haber realizado sus grandes fichajes
del verano por omisión: retener en el club a Diego Forlán y
al Kun Agüero es el gran triunfo de su reciente gestión.

Los dos delanteros anotaron en el Olímpico de Atenas y aclararon un
partido que el Atlético siempre tuvo pinta de ganar, pero que se le oscureció
por detalles usuales: la falta de control en el centro del campo -ay, ese
mediocentro ausente desde hace tantos años- y los espasmos de su defensa
cuando falla su 'plan A', consistente en montar la línea 45 metros por delante
del portero y diseñar un calvario al delantero rival en forma de fueras de juego.



Sólo con esa estrategia, el Atlético aletargó a un rival impulsivo en el comienzo
y desesperado después por su imposibilidad de pasar del campo propio con la
pelota dominada. Con las fichas en la mejor zona del tablero, poco le importó al
Atlético que el balón le fuera esquivo y que viajara a
trompicones de uno al otro extremo del campo.

El Atlético trenzó su primera jugada poco después de que a Salpinguidis le
señalaran su sexto fuera de juego y le anularan al mismo tiempo el primer gol
del partido. Con el pase vertical de Raúl García desde el círculo central, el control
de Forlán y su asistencia a Maxi fabricó el primer tanto, el más importante.

La venganza de Salpinguidis

Lo más potable del Panathinaikos, Karagounis, rey en la franja central, no le
bastaba a un equipo griego tosco y sin Sarriegi en defensa, lo que obligó a Ten Cate
a situar a Gilberto Silva en posición de central. El Atlético no aprovechó el bajón
anímico que supuso el gol de Maxi y dejó que terminara la primera mitad sin coser
con firmeza su pase a la Liga de Campeones. Es más: cedió el empate nada más
empezar el segundo tiempo, porque esta vez a Salpinguidis no se le advirtió su
probable séptimo fuera de juego y realizó un remate inteligentísimo ante la salida
de Asenjo para firmar el único gol europeo de la noche.



Para resurgir, el Atlético recurrió a lo de siempre y que no falte. Salió bien. Con un
pequeño avance estético: 10 minutos de posesión y de buena circulación de balón
favorecieron que Maxi encontrara posición de disparo y lo enviara al larguero y que
Forlán sacara su látigo izquierdo para apuntarse
su primer gol oficial de la nueva temporada.

Faltaba Agüero, que no necesitó del juego colectivo. Descolgado al lado derecho
entre dos defensas inventó un hueco imposible para
marcar el golazo del 1-3, que parecía definitivo.

La última maravilla de una gran cosecha de goles la regaló otro argentino. Leto,
salido de la suplencia, dio un zurdazo imposible para recortar la desventaja. Los
estertores del Panathinaikos amenazaron al final la victoria rojiblanca, aunque el
Atlético jugaba ya sin vértigo: tres goles fuera de casa eran un argumento imperativo
para sentirse miembro de la elite del fútbol: un virtual
participante de la Liga de Campeones 2009-10.

F. LLAMAS