El Atleti de Europa

El Atleti de Europa

El nuevo Rey de Europa tuvo dos Príncipes negros. Durante todo el partido, Perea y Assunçao
se adelantaron, superaron, ridiculizaron y anularon las dos piezas claves del Inter de Benítez.
Es decir, Milito y Sjneider. Así que la decisión de Quique de conspirar con una defensa
coherente tuvo gran premio, cuando parecía un arranque de entrenador.



Magnífica decisión en la liturgia de la estrategia, aunque condenara a la izquierda a Domínguez,
que no es precisamente un lateral. El resultado constata que fue la decisión clave del partido.
El tercer Príncipe fue De Gea, que se impone ya como el legítimo sucesor de Casillas.
Su brazo izquierdo en el penalti eran reflejos, intuición y talento.

Tres principes, ahora ya reyes de Europa, porque el Atleti ha demostrado que, como equipo,
parece el más competitivo de este viejo continente. En sus dos finales, pero sobre todo en
esta monaguesca, ha sido un equipo serio, disciplinado, atómico en ataque y expeditivo en
defensa. A veces, despreocupado de la posesión del balón, pero a
veces el poder en el centro del campo es un camelo.

Es una pena que Raul García no se asocie un poco más. Reyes pudo hacer el partido perfecto,
pero se vuelve barroco a pocos metros del gol, salvo en el que logró, que parecía que lo
visualizó rápidamente, a juzgar por sus movimientos. Y, luego, está Simao, el incombustible .
Dio más de medio gol al Kun. La duda es el Inter.



¿Qué es lo que ha hecho Rafa Benítez? No ha querido tocar mucho la 'magia' de Mourinho,
pero lo cierto es que no se vio nunca. El Inter se pareció muy poco a la de final del Bernabeu.
Jugadores sin chispa, henchidos en su destino, faltos de ritmo, de velocidad. Incluso en Eto'o,
que es la primera vez que se le ve perder una final. Benítez no ha diseñado una nueva
personalidad, pero es patente que los movimientos del
'nuevo' Inter no son los que eran en la era Mou.

Seguro que Florentino Pérez se alegra del primer tortazo a Moratti, tras los 16 millones que le
pagó para la salida de Mou y la llegada de Benítez, que ya verán como cambiará la faz del Inter.
Este título tendrá la culpa o su culpa. El Atlético inicia la temporada no a lo grande, sino a lo divino.
Esperemos que esta beatificación no le haga ser penitente en el resto de la temporada.
Es el nuevo Atleti de Europa.

J. Ruiz 27 AGO 2010
elmundo.es