Un paseo matinal

Un paseo matinal



Fue el tercer gol, pero fue el resumen perfecto de la plácida mañana
rojiblanca en el Calderón. El Atlético, caminando, fue haciendo circular la
pelota a una velocidad asumible para cualquier rival con un mínimo de
intensidad. La bola pasó por Perea, por Mario, por Gabi, por Juanfran,
que a esas alturas, sí, seguía percutiendo por su costado. Al paso, la
encontró el propio lateral en el área y la puso cómodamente para que
Falcao, solito, andando también, la empujara. Era el tercero, escrito está,
pero era ese gol una versión diminuta de un partido cómodo a más no
poder para este Atlético, muy superior a un Getafe cuyo ADN, más allá
de quién esté en el banquillo, es el de un chico guapo pero soso. Muy
bonito, precioso de vez en cuando, pero muy blandito. Perfecto para un
Atlético con el chivato de la gasolina a punto de saltar, enganchado
sin embargo de nuevo a la ilusión de Europa
(a un punto del sexto y a cinco del cuarto).

Así camina este Atlético, a empujones, a victorias cómodas en casa y
derrapes de lo más feo fuera del Calderón. Ayer salió y se vio superado
de inicio, con un Getafe mejor plantado, más tranquilo y cómodo con la
pelota. Ocurre que no tradujo eso en nada reseñable, y a la que Mario y
Gabi comenzaron a barrer el centro del campo, Diego y Arda empezaron
a tocar. El brasileño, titular hoy después de casi un mes y medio, tiene un
hambre de pelota descomunal, y por él pasaba todo en la matinal rojiblanca.

Los laterales, Juanfran y Filipe, eximidos de labores defensivas pues el
Getafe dimitió muy pronto, comenzaron a hacer camino por sus costados.
De un centro de Juanfran llegó la primera ocasión, errada por Falcao, y de
uno de Filipe el primer gol, un golazo, otra vez de Salvio, la novedad, que
ya no lo es tanto en el once. Porque Simeone cambió a los centrales
-jugó Perea sin mayores sustos- y dio descanso a Adrián,
una necesidad que comenzaba a ser urgente.

Por delante en el marcador, sólo una reacción racial del Getafe podría haber
complicado las cosas a los locales. Pero eso, raza, nunca ha tenido el Getafe.
A la vuelta del descanso, además, cambió de marcha el Atlético y se hizo más
fuerte aún alrededor de la pelota, que circuló bien en los pies
de Diego y Arda, dos futbolistas tremendos, enormes
con el viento de cola del resultado.

Llegó el segundo como premio al brasileño tras servicio de Falcao, y llegó el
tercero, cómo no, del colombiano, que siempre está, siempre llega, aunque
sea andando, y suma ya 20 goles en Liga, los mismos que Agüero el año
pasado. Hubo tiempo para ver un ratito de Adrián, y un ratito de Koke, y
hasta un ratito de Tiago, que es titular para Simeone y ya está recuperado,
igual que Diego. Una mañana tranquila antes de viajar a Hannover,
donde esperan las semifinales de la Europa League. El cuarto
puesto de la Liga deberá esperar al domingo próximo.

E. J. Castelao | Madrid
01/04/2012 elmundo.es
_______________________________________