Falcao enciende la luz

Falcao enciende la luz



El colombiano, que suma 22 tantos,
resuelve un espero partido en Vallecas

El Atlético, a seis puntos del Málaga,
que debe visitar el Calderón

Tipos como Radamel Falcao cuestan lo que cuestan por algo. Porque
poseen gol, que es lo más preciado que tiene el fútbol. Y a este delantero,
salvadas las distancias con Messi y Cristiano, los goles se le caen de los
bolsillos. En Vallecas firmó otro más, el de la victoria de su equipo. Ya son
22 tantos en Liga, justo la mitad del Atlético esta temporada en la
competición doméstica. Falcao no pierde la fe y por eso la tropa de
Simeone aún puede soñar llegar a tiempo a una plaza de Champions.

Así, el Atlético toma la M-30 con los tres puntos en el bolsillo. Un destello
valió para resolver un pleito bastante feo, abocado al empate inicial. Ahora,
la Champions está a seis puntos. La Champions la marca el Málaga. Y el
Málaga ha de visitar el Calderón y Camp Nou. El Atlético vive ahora en el
nutrido equipo que vive con 45 puntos a la espera de Europa, junto a
Athletic, Espanyol y Sevilla, este último con un partido menos.

El Atlético de Simeone, en formato visitante, nunca quiere ser protagonista.
Prefiere esperar, dejarse hacer y salir a todo trapo a la menor ocasión.
Pero el duelo de Vallecas fue un atasco formidable. El Rayo, obligado,
compareció con más intensidad y decisión y no fue hasta el primer cuarto
de hora que el Atlético anunció su presencia sobre el césped. Para ese
momento, Movilla, primero, y Tamudo después habían obligado a Courtois
a sacar las manos -la segunda, de antología- y la espina, si
la hubiera, de los tantos encajados el miércoles pasado.

De manera que antes de que hubiera males mayores, y ante la incapacidad
de Mario y Tiago, fue Diego quien tomó el mando. Encontró auxilio apenas
en Adrián y, a ratos muy contados, en Salvio. Mateu anuló un gol por fuera
de juego al saque de una falta y poco después Adrián rompió por la izquierda,
pero Falcao, al que se le nota una barbaridad que le falta ese sprint
corto que le hace meter la puntera de la bota en el área
pequeña, no llegó por un dedo gordo de pie.

Se perdió la primera mitad en una montaña rusa incoherente y el descanso
tampoco sirvió para arrojar luz al asunto. El Rayo, pese a no contar con los
cedidos por el Atlético, tiene un puñado de futbolistas estupendos
–Trashorras, Michu, Lass, etc...– y disfruta teniendo la pelota.
Comenzó a agobiar al Atlético sin prisa pero sin pausa.

Pero, ya con Arda Turan en el campo, el Atlético encontró un tesoro donde
no lo había. En un ataque estático del Rayo, un error en la entrega de
Movilla la aprovechó Juanfran para mandarle el balón a Falcao. El balón
no tenía peligro ninguno hasta que Raúl Bravo, en un error imperdonable,
trató de anticiparse al colombiano. Como no llegó, dejó pista libre hacia
Cobeño. Bastó un recorte fuera del área y empujar la pelota a portería
vacía. Sí sirvió, y mucho, la entrada de Arda para, después de ponerse
por delante, acumular más posesión en los visitantes. Por ahí fue durmiendo
el partido el Atlético, y apenas volvió a pasar apuros Courtois.

Sí pudo haber sentenciado para evitar sofocos, pero al final decidió
contemporizar y guardarse los puntos, que le sirven, y mucho,
para seguir peleando, manteniendo un hilo de vida en la
persecución de esa cuarta plaza, ahora tan lejana.

E. J. Castelao | Madrid
16/04/2012 elmundo.es