De Hamburgo a Bucarest, un cambio de 'look' exprés

De Hamburgo a Bucarest, un cambio de 'look' exprés



Ninguno de los titulares que ganaron el trofeo
con el Atlético en la final de Hamburgo de 2010
estará de inicio sobre el césped
del Nacional de Bucarest

Sólo Domínguez, Assunçao y Salvio
podrían tener opción desde el banquillo

Entre Hamburgo y Bucarest hay casi 2000 kilómetros. 1988 exactamente
apuntan los 'cuentakilómetros' de internet. Se necesitaría casi un día si
se elige hacer la travesía en coche y 95 euros si se tiene suerte de agarrar
uno de esos vuelos 'chollo' para la ocasión. Dos ciudades con rostros muy
dispares que esta semana, sí o sí, tendrán algo en común. Ambas habrán
coronado a un equipo español como campeón continental de la Europa
League. Ambas pasarán a ser templos en rojo y blanco. La ciudad alemana
ya forma parte de la historia del Atlético y ahora habrá que esperar hasta
casi la medianoche del próximo miércoles 9 de mayo para ver si la capital
rumana también lo hará o pasará a ser una de las capillas de la Catedral.

Porque en el conjunto madrileño Hamburgo permanece fresco en la memoria
y lejano en el tiempo pese a que sólo han transcurrido dos años. Dos cursos
de búsqueda de identidad, marcha de estrellas y cambios de entrenador. Por
eso sobre el césped del Estadio Nacional de Bucarest no habrá en el once
inicial ningún superviviente de los héroes del HSH Nordbank Arena de
Hamburgo. Sólo Domínguez, jefe en la zaga durante aquella fiesta, Assunçao,
compañero en el doble pivote junto a Raúl García, y Salvio, que participó en
aquella mágica prórroga pese a estar muy lejos de su versión actual,
tendrán ocasión de repetir experiencia desde el banquillo.

24 meses después, la vida ha cambiado para aquellos héroes colchoneros.
Diego Forlán, autor del doblete en la final frente al Fulham, no perderá detalle
del partido pero lo hará a través del enorme televisor en su domicilio de Milán.
El 'Kun' Agüero, junto al pequeño Benjamín, sufrirá frente a su pantalla de
Manchester. Igual que su amigo y rival por la Premier David de Gea. A Raúl
García, cedido en Osasuna, le tocará vivir el duelo en Pamplona. En Turquía
se juntarán Simao y Ujfalusi para vivir una fiesta que seguramente hubieran
deseado repetir. José Antonio Reyes cruzará los dedos porque hasta
diciembre estuvo empujando al Atlético por Europa antes de viajar a
Sevilla. Y Quique Sánchez Flores lo vivirá con pasión desde Dubai.

Un Atlético distinto para una final diferente en la que tampoco podrá estar
Tiago. En 2010 'pagó' los partidos disputados por el continente con la
Juventus y ahora le toca asumir las consecuencias de la bofetada a
Soldado durante la semifinal ante el Valencia. En el banquillo también estará
Asenjo, homenajeado por sus compañeros en Hamburgo, después de
romperse el cruzado en El Molinón unos días antes. Un duelo con ganas de
revancha para el brasileño Diego, que no pudo participar por sanción en la
que perdió junto al madridista Özil con el Werder Bremen frente al Shakhtar
en 2009. Y un combate para que Falcao, catapulta del Oporto campeón del
curso pasado con 17 goles y a un gol de volver a ser pichichi, se convierta
en el emblema de la Europa League. Un momento especial para otros que
se estrenan en estos terrenos de vértigo como Courtois,
Juanfran, Miranda, Gabi, Adrián, Filipe Luis, Arda,...

Once rostros de nuevo cuño en un Atlético que nada tiene que ver con su
predecesor. Ni siquiera la camiseta conserva la misma publicidad. Lo
mismo que le ocurre a su rival, el Athletic de Marcelo Bielsa, que llega a
Bucarest como lo hicieron los madrileños hace dos cursos a Hamburgo.
Finalistas de Europa League y Copa, con las ilusiones intactas y las notas
de fin de curso pendientes de dos partidos. Una final española que dirigirán
desde el banquillo un profesor y un alumno. Bielsa y Simeone.
Eso sí, el primero ya ha dicho que no hablará con su pupilo
hasta un mes después del partido. Pase lo que pase.

C. Guisasola | Madrid
07/05/2012 elmundo.es