CHAMPIONS | CHELSEA-ATLÉTICO DE MADRID.- Sospechosos en el vestuario

CHAMPIONS | CHELSEA-ATLÉTICO DE MADRID

Sospechosos en el vestuario

* 'La solución no es echar al míster, esta mierda puede seguir', dice Sinama

* Abel Resino, confiado en continuar: 'No necesito que nadie me respalde'

LONDRES.- Amenazó lluvia durante toda la tarde en la puerta del hotel Churchill, impoluto
el mármol de su inmenso hall para recibir al Atlético de Madrid. Ha elegido el equipo una
preciosa mole de 444 habitaciones, en pleno West End, para pasar las horas previas a
un partido, el de esta noche contra el Chelsea, donde las miradas van a ser casi más
importantes que el fútbol. Londres no vio aguacero finalmente, pero en el vestuario
rojiblanco puede haber tormenta, y gorda, si no se arranca
al menos un punto de Stamford Bridge.



Por la mañana, a Sinama-Pongolle se le escapó una frase que estuvo dando vueltas por
el cielo gris de la City toda la tarde. En una entrevista en Radio Marca, al francés le
preguntaron si el despido de Abel era la solución a los problemas. "Creo que no, porque
aunque echen al mister, esta mierda puede seguir en el equipo". Y a partir de ahí, las
interpretaciones. Desde el club se esmeraban por explicar que no, que no era un ataque a
sus compañeros, "cosas del idioma" decían. Más pegado a la realidad, lo cierto es que
esa frase permite intuir lo sabido: que en el vestuario hay problemas,
y ahora mismo todos son sospechosos.

"Ahora todo es malo, todo está fatal, pero es ahora cuando tenemos que apretar y demostrar
que se puede", se apresuró a decir Abel Resino. Volviendo a la plantilla, cuyas risas en los
rondos del entrenamiento se oyeron en la otra punta de un estadio vacío, no es verdad que
el grupo sea una piña. Hay futbolistas -Reyes y Forlán- que por motivos diferentes van por
libre. Luego está el grupo de los españoles, donde Antonio López y Pablo tienen mando
en plaza, y por último otro clan liderado por Maxi y, en menor medida, Agüero y Simao.
Los hay, casi todos, a favor del técnico, pero también los hay en contra. Los hay contentos
y descontentos con el club. Los hay unidos a la causa y los
hay que sólo piensan dónde jugarán el año que viene.

Hay de todo. Pero Abel, que podría apostar hoy por Reyes, a lo suyo: "Ya estuvimos el año
pasado así de mal después de perder en Santander, y le dimos la vuelta". No será sencillo
ante un equipo, el Chelsea, donde también hubo tensión en la caseta después de perder
el sábado con el Aston Villa. "Nos dijimos las cosas a la cara unos a otros, luego nos dimos
la mano y a entrenar", afirmó ayer Ballack. Una rendija de luz: el colectivo de Ancelotti ha
recibido ocho goles en lo que va de curso. Seis de ellos, un 75%, en jugadas a pelota parada.
"Necesitamos dos resultados. Eso cambiará todo", profetizó Abel, que cerró con gesto serio:
"No necesito que nadie me respalde. Estoy tranquilo".

E.J. CASTELAO

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