Otra racha que se agota

Otra racha que se agota



El equipo de Simeone cae en Coimbra y ve truncada
una serie de 16 victorias consecutivas en Europa.

'Delete, delete, delete'. Parafraseando al entrenador del eterno rival, eso es lo que
debería hacer el Atlético de Madrid tras su partido ante el Académica. El comienzo
del mes de noviembre está siendo nefasto para los pupilos del Cholo, que en menos
de una semana ha puesto fin a los inauditos números que arrastraba tras de sí. En la
universitaria ciudad de Coimbra, la racha de 16 triunfos consecutivos en Europa saltó por
los aires ante un equipo que hacía 43 años que no vencía en una competición continental.

El gesto de desaprobación de Diego Pablo Simeone no pudo ser más claro. Esa actitud
e intensidad identificativa desde que el argentino está en el banquillo, no hicieron su
aparición en tierras lusas. Porque no es excusa el haber afrontado el choque con el
equipo 'B'. Las rotaciones no han podido ser más efectivas hasta la fecha. Un rival
menor se torna en gigante si no se pone esa reiterada intensidad.

Por lo demostrado hasta la fecha, la derrota no debe suponer otra cosa que un mero
accidente. Por varias razones como que pocas veces más esta temporada se podrá
ver la zaga titular en Coimbra. De los habituales, solo Filipe saltó de inicio. Los otros
tres fueron 'Cata' Díaz, Pulido y Silvio. El primero estuvo correcto pero los otros dos,
con fallos individuales, marcaron el devenir del partido. El caso de Silvio es extraño.
Evidenció en la pasada pretemporada que era un jugador al alza, prometedor,
internacional. Hoy por hoy, su misión en el equipo está reducida a la mínima expresión.

Aun más sorprendente el caso del joven central. La parroquia rojiblanca le señalaba
como uno de sus estandartes en los próximos años. Lo cierto es que está a años luz
de poder acometer ese papel. Mediada la segunda parte, sufrió un cortocircuito que
recordó al Godín de los viejos tiempos y derribó descaradamente a Samil Cissé.
Fuera de sitio durante todo el partido, el tiempo dirá si es válido
para una entidad de la máxima exigencia.

Wilson Eduardo, en el papel de verdugo

Ese penalti significó el 2-0 para el conjunto de Pedro Emmanuel. Hay que decir que
el partido de los portugueses, por muy malo que fuera el del Atlético, no mereció el
premio de la victoria. Dos ocasiones claras, dos goles. Fue Wilson Eduardo el que
puso la firma a ambos. A los veinte minutos de partido, le 'comió
la tostada' a Silvio para rematar cruzado con la punterita. Un gol
que no despertó al Atlético hasta la segunda mitad.

Tras la reanudación y con cambio de canteranos, Pedro por Saúl, el Atlético sí que
combinó con algo más de velocidad. En cinco minutos, más ocasiones que en los 45
anteriores. Adrián, quien experimenta una mejoría en los últimos partidos, se intentó
echar el equipo a la espalda pero la mayoría de las veces estaba lejos del área. Así,
sus prestaciones se ven muy reducidas y su participación es prácticamente nula.

Wilson Eduardo sentenció al Atleti desde la pena máxima para cortar su formidable
racha en el viejo continente. Lo que no fue capaz de hacer el Chelsea, Valencia, Athletic,
Hannover o Lazio, lo hizo una escuadra que luchará por mantener su sitio en la Primera
División de Portugal. Los rojiblancos tendrán que ganar al Hapoel en el Calderón para
certificar su clasificación antes de poder jugarse la primera plaza del grupo B en la última
jornada frente a un Viktoria Plzen que también acumula nueve puntos. En menos de una
semana, el Atlético ha perdido más partidos que en los últimos siete meses.
Lo dicho, no es preocupante pero sin intensidad, no hay paraíso.

I. Ruiz Escobar | Madrid
09/11/2012 elmundo.es