Sin dinamita en La Rosaleda

Sin dinamita en La Rosaleda



Málaga y Atlético empatan a cero en un
encuentro sin apenas ocasiones

Manuel Pellegrini sigue sin encontrar el cable que se ha fundido en la maquinaria blanquiazul.
Su equipo no carbura, ha perdido la chispa y la intensidad, no se parece en nada al grupo que
deleitó con su fútbol en la primera vuelta y se mantiene ofuscado en la creación. Lo
preocupante es que son tres encuentros calcados en dos semanas y media. El Atlético menos
fiero de la temporada no necesitó sacar el látigo para sacar un punto de La Rosaleda en
un duelo intenso en el que ninguno de los dos conjuntos mostró su dinamita.

El Málaga evidenció una vez más que no está bien. Aplanado y sin brío, como en Oporto y con
el Betis, se vio atascado en la medular, sin claridad, yermo de ideas y con sus hombres de
referencia difuminados. El juego de los blanquiazules se cortocircuita cuando el rival aprieta
en su territorio, agobiado e incapaz de hilvanar jugadas, de morder a un equipo henchido de fe.
Los secuaces del Cholo Simeone les negaron las líneas de pase y le cortaron el vuelo a Isco y
Joaquín, dos espectros sobre la hierba. El gaditano ha perdido su duende y el malagueño la batuta.

El Atlético soltó a sus dos fieras en el coto malaguista, aunque sus garras no estaban afiladas, por
suerte para los locales, temblorosos cuando defienden. Poco a poco merodearon el balcón de
Willy Caballero. Diego Costa, combativo, temido y odiado por la grada, dio guerra a los centrales
en el primer tramo. El brasileño marró un buen servicio de Falcao y no acertó con su
remate de cabeza en las dos primeras llegadas con peligro de los colchoneros.

Poco importaba la ausencia de los dos cerebros de los rojiblancos, Gabi y Tiago. Arda Turan,
escoltado por Koke y Mario Suárez, convirtió el césped de La Rosaleda en su latifundio para gobernar
y mover a su equipo en el primer 'round'. El turco probó fortuna con un disparo desviado
desde la frontal y otro que atajó Willy. El arreón del Atlético acabó con
un latigazo del 'Cebolla' Rodríguez que se marchó fuera.

Apagón rojiblanco

A partir de entonces, los de Simeone tiraron de oficio, mucho manejo y toque, pero les faltó velocidad
y precisión en los últimos metros. El Málaga más timorato se sacudió del dominio del Atlético pero
cualquier intento de armar un ataque era desactivado por la zaga madrileña. Piazón protagonizó el
segundo disparo a puerta de los blanquiazules en tres partidos. En el último aviso antes del
descanso de los hombres de Pellegrini, Courtois resopló de alivio tras
el testarazo de Demichelis que desfiló por su portería.

Tras el refresco, el Atlético sufrió un apagón en su juego y fue cuando el Málaga se estiró, el balón
se encariñó a ratos con los andaluces pero sin la autoridad de otras tardes. Con Isco y Joaquín en
'modo on', las pinceladas de Portillo y del brasileño Piazón y las internadas de Antunes por el carril
zurdo formaron el pírrico menú en la parcela ofensiva. Mientras el conjunto rojiblanco
se replegaba y concedía cada vez más terreno, los malagueños
seguían sin hilar finos, con muchas imprecisiones.

En el tramo final, y con Willy y Courtois como dos espectadores más, Weligton protagonizó la ocasión
más clara de los suyos con un remate de cabeza que se fue desviado. En el bando contrario, Falcao,
anulado por los centrales, y Godín, pudieron marcar en el descuento pero un mar de piernas
blanquiazules impidieron la victoria del Atlético. El reparto de puntos mantiene al equipo de Simeone
encaramado en la segunda posición, aunque con el irrealmandril pisándole los talones, mientras
que el Málaga, que ya suma tres capítulos sin ver portería, ve peligrar su plaza de Champions.

J. Ortiz | Málaga
04/03/2013 elmundo.es