Supercopa de España 2013 ida ATLETI 1-1 Barcelona- Solo Neymar pudo...

Supercopa de España 2013 ida ATLETI 1-1

Atlético
Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis; Koke (Óliver,
m. 72), Gabi, Mario Suárez, Arda (Baptistao, m. 75), Diego
Costa (C. Rodríguez, m. 78); y Villa.
No utilizados: Aranzubia; Insúa, Demichelis y Tiago.

Barcelona
Valdés; Dani Alves, Piqué, Mascherano, Jordi Alba; Xavi
(Song, m. 88), Busquets, Iniesta; Alexis, Messi
(Cesc, m. 46) y Pedro (Neymar, m. 58).
No utilizados: Pinto; Montoya, Tello y J. Dos Santos.

Goles
1-0. M. 11. Villa
1-1. M. 66. Neymar

Árbitro
Undiano Mallenco. Amonestó a Juanfran, Filipe,
Mario Suárez, Busquets, Jordi Alba, Neymar.

50.000 espectadores en el Vicente Calderón.
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Análisis táctico: solo Neymar pudo romper la perfección



La atmósfera que rodeaba al partido nos hacía pensar en una noche grande, enorme,
inolvidable. Especial, al fin y al cabo. Pura pasión, como no puede ser de otra manera
si dos argentinos dirigen el rumbo de los equipos. Los esforzados contra los genios
del balón. La intensidad contra el talento. El despliegue contra el toque. El cholismo
no es cosa nueva. Este Atleti tiene un orgullo, un carácter, una intensidad marcada a
fuego por el propio Simeone. Llegaron a emocionar, cerrando y asfixiando a todo un
Barça con un ritmo altísimo. Hasta que el nuevo rey del jogo bonito sacó del lío a su
equipo con un cabezazo. La eliminatoria queda abierta, y en el Camp Nou será otra
cosa, pero el partido del Atlético llegó, arraigó y emocionó. Fue
una exhibición durante 60' ante los que mejor la tocan.

Simeone a lo suyo

En un planteamiento que recordó muchísimo a la final de Copa ante el irrealmandril,
Simeone entregó el balón plenamente al Barça, pero en ningún momento le enseñó
como usarlo para hacerle daño. Con un 1-4-5-1 desde el inicio, el argentino eliminaba
espacios entre líneas, donde el Barça se hace grande, no dejaba girar y, por si fuera
poco, creó una jaula de la que Messi no supo salir. Mario, sublime en el juego sin balón,
como pivote, con Gabi y Koke a sus costados y Diego Costa-Arda cerrando las bandas.
Caso muy significativo el del turco que, en el pasado, era de nulo sacrificio defensivo.
Lo que hace Simeone. Líneas juntas, en cualquier recepción entre líneas del rosarino
le encimaban dos e incluso tres. Es imposible recordar cualquier acción de giro y 1vs1
de Messi en los 45' que jugó, porque no existió. En definitiva, el sistema de Simeone
borró a Messi del mapa. En esa línea de cinco del centro del campo, Diego Costa se
situaba sobre el costado diestro, para tapar las subidas de Jordi Alba y a su vez era la
principal vía de salida. Cerraban espacios por dentro y por fuera siempre tenían dobles
parejas. Si los laterales salían a encimar, un mediocentro cerraba el hueco. La
basculación era perfecta, sin dejar espacios. Un derroche físico espectacular.
Llegaban a todo, siempre tenían cinco metros más de sprint.



El Cholo tenía el arma perfecta para atacar al Barça. Presión alta, ritmo muy exigente
físicamente... y un asesino a las espaldas de la defensa adelantada del Barça. Diego
Costa, por supuesto. El Atleti robaba a una altura bastante decente, y en cuanto la
recuperaba, iniciaba una transición rapidísima, con Diego Costa como estilete. Aunque
el gol vino por el costado zurdo, con Villa abriendo para Arda Turan y posteriormente
finalizando de volea. La verticalidad se vistió de rojiblanco. Once Simeones. Pura
agresividad. Trabajaron, corrieron como bestias y estuvieron acertados en la salida.
No dominaron la posesión, pero sí, y plenamente, el espacio del terreno de juego.

Un Barça lento

Tras el partido ante el Levante, este Barça del Tata dio idea de mayor dinamismo. Buscó
abrir el campo con los extremos, Alves tuvo mayor presencia interior y por momentos
recuperó la presión tras pérdida que hizo grande al Barça de Guardiola. Pero en el
Calderón adoleció falta de velocidad en la circulación de balón, Xavi se vio superado
por el ritmo del partido (como viene siendo habitual cuando le exigen físicamente),
Messi se perdió en el cerrojo atlético y, sobre todo, el partido de Iniesta
fue horrible, ni mucho menos acorde a su nivel futbolístico y técnico.

El Barça no lograba combinar en zonas decisivas, no encontraba espacios y estaba
muy espeso con balón, debido al estado de desconexión de sus genios
(Xavi-Iniesta-Messi). Existía el miedo a la pérdida en caso de avanzar, que podía
suponer una contra mortal. Pero esta situación no fue tanto por demérito de los
culés sino por la perfecta organización defensiva planteada por Simeone. Las
carencias defensivas del Barça, como el agujero que suponen Xavi-Iniesta
en la transición defensiva o lo explotable de las espaldas
de Alves y Alba, fueron sacadas a relucir por el Atlético.

Cesc dinamizó y cambió el partido

Inicio de la segunda parte. Messi se marcha lesionado, tras una primera parte muy
discreta. Todo parecía indicar un contratiempo importante para el Barça, pero la
entrada de Fàbregas fue clave para la notable mejoría de los de Martino. Ante la
inoperancia de Xavi-Iniesta, sobre todo del último y la lentitud en la circulación del
Barça, Cesc asumió las riendas y empezó a activar a su equipo. Para el Atlético,
mantener ese ritmo y ese esfuerzo durante 90' a estas alturas de temporada era
inviable. No pudieron. Desde ese rol de falso 9, retrasándose unos metros y
actuando como enganche, con Alexis (buen partido del chileno) y
Pedro rompiendo por delante, Cesc dinamizó y aceleró al Barça.



Aprovechando la irrupción de Cesc, que mejoró sustancialmente al Barcelona,
llegó Neymar para protagonizar su primer gran momento. El nuevo rey del jogo
bonito, en una suerte que no es su principal virtud, el remate de cabeza, pese a
contar con cierta potencia al elevarse y buen timing para el remate, apareció
como una bala para empatar el partido y solucionar los problemas de su equipo.
Vino, llegó y marcó, a centro de Alves. Para esto se le ha fichado, para solucionar
grandes noches. Aún no se le ve del todo cómodo, como es
normal, pues la adaptación al sistema Barça -el más
especial de la superélite- lleva su tiempo y esfuerzo.

Al final el tremendo esfuerzo de los de Simeone quedó un poco en balde. Perdida
la exuberancia física, como es normal, a los atléticos solo les quedó aguantar,
calmarse y encomendarse a la vuelta. Pese a todo, no se rindieron y metieron a
Leo Baptistao, cuya zancada podía ser muy dañina a las espaldas de la defensa
del Barça con el partido ya avanzado, y al fino Óliver Torres, en un contexto muy
desfavorable pues él necesita tener el balón constantemente, tocarla una y otra
vez, sentirse dentro del encuentro. Pero el partido de los del Cholo fue perfecto
durante 65' a nivel defensivo. Jugar ante Xavi-Iniesta-Messi sin cometer un solo
error tiene mucho mérito. Luego llegaron Cesc y Neymar y lo echaron abajo,
pero realmente es algo a tener en cuenta. Y no es, precisamente, la primera
exhibición de este estilo del técnico argentino. Esto solo hace demostrar
que el nivel de la Liga, sobre todo en los banquillos, es altísimo.

A. Rodríguez
22/08/2013
vavel.com