El Atlético más flojo, también

El Atlético más flojo, también



Dos goles de Diego Costa bastaron
para mantener la racha victoriosa

Juanfran destacó en banda derecha
con sus incorporaciones al ataque

Dos zarpazos de Diego Costa en la primera mitad bastaron para superar a un
limitado Osasuna, que después se encontró con el gol de Riera para recortar
distancias, aunque las opciones de remontada fuesen remotas. El delantero
brasileño demostró su eficacia con el pie derecho y con la cabeza en remates
imparables que completaron las precisas asistencias de
Juanfran y Koke desde el costado derecho.

El Atlético de Madrid inició el partido con algo de precipitación cuando el balón
la pertenecía. Con el protagonismo de Tiago en el mediocentro, la intención
era encontrar lo antes posible los desmarques de Diego Costa
o Leo Baptistao. Una tarea difícil por lo replegada que
se encontraba la defensa dirigida por Javi Gracia.

Hubo que esperar a que creciese la elaboración y apareciese Arda en el centro.
Una apertura del turco llegó a Juanfran después del esfuerzo físico del lateral,
éste aprovechó el espacio para servir un centro potente y raso al centro del
área. Ahí apareció Costa, su confianza es excepcional y lo demostró
con la seguridad con la que remató el balón, con interior de
su pierna derecha, con la certeza de que acabaría dentro.

Sin tiempo para la reacción de Osasuna, el dominio prosiguió y Koke volvió a
servir el gol, como ya hiciese la jornada pasada en dos ocasiones. Un centro
medido que llegó de nuevo a Costa, para ganar en potente salto a su marcador
y en el posterior remate girar la cabeza en el momento preciso, para que el
balón acabase en la red, cerca del poste. Imposible para la estirada
de Andrés Fernández que poco pudo hacer en los dos goles encajados.

El equipo de Pamplona se mostró en ese momento incapaz de ofrecer respuesta,
con las líneas muy retrasadas apenas encontraba salida con un desacertado
Armenteros o las caídas a banda de Riera. En una acción ensayada
consiguió poner en aprietos a la zaga rival, pero el
centro de Sisi no encontró rematador.

Poco después, una dura entrada de Mario Suárez suponía la amarilla del
centrocampista, que además se hizo daño en la rodilla por un fuerte golpe.
Resistió hasta el descanso pero después Gabi lo sustituyó.

Puñal se encargó de botar esa falta lejana y demostró su calidad a balón parado.
A ello se sumó que Oriol fue más listo que la línea defensiva y les ganó
la posición a la espalda para rematar en área pequeña. Los
reflejos de Courtois no sirvieron de nada en este caso.

En la segunda mitad los de Simeone se relajaron excesivamente y perdieron el
dominio Y la profundidad en la mayoría de los casos. Sólo Juanfran en banda
derecha creó peligro con sus incorporaciones y su derroche físico. Sus centros
no encontraron rematador y Osasuna vio posible la igualada con
algunas llegadas peligrosas fomentadas por la pasividad local.

Una pérdida de Miranda le permitió a Armenteros adentrarse en el área, y aunque
el recorte sobre Godín fue bueno, su disparo con el empeine exterior salió
desviado. Damiá fue quien contó con otra clara ocasión con un remate
en el segundo palo que, aunque potente, se marchó por alto.

Las sustituciones de Javi Gracia apenas tuvieron efecto en el devenir del
encuentro, ni Ariel Núñez ni Onwu desequilibraron con su verticalidad y el Atlético
mantuvo la posesión sin arriesgar. Villa entró en lugar de Baptistao cuando el
Simeone vio peligrar el resultado y el asturiano aportó movilidad hacia el costado
izquierdo. De ello se benefició Arda, en una suma desde segunda línea. Sin
embargo, estuvo lento a la hora de rematar y Loties le robó el espacio. El
central francés demostró su capacidad física tanto en la zaga
como en las incorporaciones atrevidas en ataque.

En la recta final el equipo de Pamplona apenas intentó llegar con balones largos
que repelió la pareja de centrales sin problemas, Courtois ni siquiera tuvo que
trabajar en la consecución de la victoria. Y los tres puntos son la gran noticia
del Atlético, que a pesar de los cambios y la poca fluidez en muchas franjas
del juego, le permiten mantener el ritmo del Barcelona en el liderato. Seis
victorias en las seis primeras jornadas para visitar a su gran rival en una situación
inmejorable y con la única preocupación del estado de Mario Suárez.

J. A. Lopesino | Madrid
25/09/2013 elmundo.es