Fernando Torres y Atlético de Madrid: Un romance que superó la distancia

Fernando Torres y Atlético de Madrid:
Un romance que superó la distancia



El 'Niño' se verá las caras ante el equipo en
el que nació futbolísticamente mientras se
juega alzar la Supercopa de Europa en un
choque lleno de sentimientos cruzados

Fernando Torres y el Atlético de Madrid volverán a cruzar sus caminos
después de más de cinco años de ausencias y lo harán para
jugarse el prestigio en la Supercopa de Europa este viernes.

El de Fuenlabrada llega en un momento dulce a una cita tan especial. Después
de atravesar por un infierno desde que se confirmase su fichaje por el
Chelsea, el 'Niño' ha vuelto a reencontrarse como futbolista.

Sus números hablan por sí mismos: fue Bota de Oro en la Euro 2012, desde que
arrancase esta temporada solo ha necesitado cuatro partidos para anotar tres
goles y, algo mucho más importante, ha recuperado el autoestima
y la confianza que perdió cuando abandonó el Liverpool.

Y justo en ese momento dulce, ironías del destino, Torres se reencontrará con su
pasado... Lo suyo con el Atlético fue como aquellas relaciones en las que pones
todo de tu parte para que salgan adelante pero al final se acaban,
no por falta de amor, sino porque no es el momento adecuado.

Quizá ese fue el motivo principal de su marcha del Vicente Calderón: con 23 años y
toda su carrera por delante, Torres no dudó en fichar por el Liverpool ante la
imposibilidad de que en Madrid le ofrecieran un proyecto deportivo acorde a su
talento y su calidad. Sonaba duro por aquel entonces para los aficionados de la
ribera del Manzanares, pero el Atlético se le había quedado pequeño.

Sin embargo, el cariño del 'Niño' por el cuadro rojiblanco nunca desapareció. A fin de
cuentas, su abuelo Eulalio le había inculcado desde pequeño el amor por todo lo que
representaba el Atleti y fue decisivo para que el joven de pecas
acabara ingresando en las categorías inferiores del club.

Y sí, es cierto que han pasado los años, pero desde la hinchada colchonera no se
ha perdido ni un ápice del cariño que se profesaba al delantero. Más bien al contrario,
la distancia ha hecho que ese sentimiento se potencie y se magnifique.

Torres, por su parte, ha sabido contribuir desde la distancia: marcó el gol que le dio a
España la Eurocopa en 2008 y no se separó de su bandera del Atlético en las
celebraciones, para alzar después la Copa del Mundo en 2010 con una bufanda
rojiblanca atada a la muñeca. En 2012, la compartió con su amigo Juanfran, el único
internacional colchonero en Polonia y Ucrania. En definitiva, gestos que marcan.

Por eso, cuando Torres y el Atlético se encuentren en el estadio Luis II de Mónaco,
será lo mismo que dos amantes que vuelven a verse después de varios años. Una
mezcla de sensaciones para decidir el título en un partido que tendrá mucho más
que fútbol. Y en el subconsciente colectivo, la ilusión de que, en un
futuro, el ‘Niño’ vuelva a defender la camiseta rojiblanca.

A. Boullosa
goal.com