Bloomfield arderá ante el Atlético

Bloomfield arderá ante el Atlético



Tel Aviv, acostumbrada a recibir a los grandes del basket europeo, esperaba
con ilusión al gigante colombiano. En sus planes no entraba que Diego Simeone
dejase en tierras madrileñas a Radamel Falcao. Tristeza para los aficionados
y periodistas israelíes pero alivio para la defensa del Hapoel.

“Equipos que no vinieron con sus mejores jugadores lo pagaron con derrotas”,
advierten desde el club a EL MUNDO recordando que hace dos años
en la Champions el Benfica se fue con tres goles en el saco. El
Chelsea aterrizó sin sus estrellas en el 2001 y perdió (2-0).

“Si hubiéramos jugado en el estadio de Ramat Gan se hubiera llenado con 50.000
aficionados ya que hay sed buen fútbol. No todos los días viene un equipo como el
Atlético de Madrid”, nos dice Daniela Mazuz, una seguidora de los “rojos”
decepcionada por no ver en acción a su pesadilla al tiempo que fantasía, Falcao.

La expectación que había creado el delantero hizo que a principios de semana incluso
aficionados del Maccabi Tel Aviv-eterno rival entrenado este año por el español Oscar
García- buscaran entradas. El pequeño y pasional Bloomfield reventará esta noche.
Con o sin Falcao. Según el defensa Mor Shoshan, “en nuestro campo se ha
demostrado que podemos dar sorpresas. El Atlético es un equipazo
pero en el fútbol no hay nada imposible. Estaremos listos”.

La revolución atlética o la alargada sombra de la Supercopa no eclipsan la dramática
figura de la actualidad del club identificado históricamente con la izquierda israelí:
Nitzan Shirazi, su carismático entrenador que volvió el sábado al banquillo para
presenciar la tercera victoria consecutiva en Liga. Lo hizo con una enorme cicatriz en
la cabeza, señal de la operación quirúrgica a la que se sometió hace escasos días.
“La lucha por el segundo puesto en la Liga Europea es importante
pero la salud de Nitzan lo es mucho más”, dicen desde el club.

Pese a que en la Liga comparte liderazgo con el Maccabi (tres victorias, cinco goles
a favor, ningún en contra), el Hapoel ha vivido un tormentoso inicio de temporada.
Al grave problema de salud de su entrenador, se suma un traumático cambio de
dueño y el temor a que su estrella, Toto Tamuz, acabe jugando en el Maccabi.

En semejanza con su rival, el Hapoel gana títulos pese a crisis y escándalos. En los
últimos siete años, cinco copas. El nuevo propietario, el ex ministro Haim Ramon, ha
logrado potenciar el equipo recuperando a uno de sus ídolos, el talentoso
Gili Vermouth tras su aventura en el Kaiserslautern. El mediapunta
es una de las amenazas al sistema Simeone.

“Los aficionados del Hapoel son muy del humor negro y ya bromeaban sobre cómo su
capitán,el defensa de 38 años, Walid Badir, frenaría a Falcao”, nos dice Raviv Shechter,
jefe de Deportes del diario Israel Hayom que reconoce: “Hapoel no tiene muchas
esperanzas en el partido ya que saben que su lucha es por el segundo puesto. Pero,
ojo, el ambiente será caliente. Pocos estadios tienen un carácter tan casero”. Los
14.000 incansables aficionados ayudan incluso a tapar sus problemas en la defensa.
“Simeone puede pagar caro haber despreciado al Hapoel”, resume
la prensa local ante la primera visita colchonera a Israel.

Sal Emergui | Tel-Aviv
20/09/2012 elmundo.es
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