Semis. vuelta. UEFA Europa League 2009/10 Liverpool 2-1 ATLETI.- Los goles de Forlán conducen a Hamburgo

Los goles de Forlán conducen a Hamburgo



Diego Forlán, autor de los dos goles del Atlético en la enorme eliminatoria contra el Liverpool,
metió a su equipo a la final de la Liga Europa, 24 años y unos pocos días después de la
última de los rojiblancos, la de la Recopa, el 2 de mayo de 1986. El gol del uruguayo en
Madrid y el que convirtió en Anfield, en la prórroga de un partido sufrido hasta el final,
pesaron más que los marcados por Aquilani y Benayoun en la ciudad natal de los Beatles.
El 2-2 global sonríe al Atlético. ¡Qué gran resultado es siempre un 1-0 en casa!

Fueron muchos minutos, 90, de tensión contenida. De armas esgrimidas, pero apenas usadas.
Traspasada la frontera del tiempo extra, en conserva el 1-0 de Aquilani al borde del descanso,
empezó la refriega verdadera del fuego cruzado. Benayoun (minuto cinco de la prórroga) se
filtró en la parcela de Valera y no otorgó perdón con su única bala cruzada sobre De Gea,
menos afortunado que en otros lances del partido en ese difícil duelo. El Atlético perdonó
nada más entrar al campo, al fin, Jurado, quien disparó muy ajustado al poste, pero fuera.
Y fue Reyes, que le ganó al fin una pelota a un gran Johnson, buscó a Forlán, lo encontró
y el uruguayo remachó sin miramientos ante Reina. ¡A los 103 minutos, el Atlético se
metía en Hamburgo! Y allí le espera ya otro inglés, el sorprendente Fulham.

Jugar en Anfield

El Liverpool sabe cómo poner en ebullición una eliminatoria europea. Poseee un estadio
con las dimensiones y la cercanía del público ideales, pero también conoce que son los
jugadores quienes deben prender la mecha. Y salen con un aspecto feroz que logra cubrir
con una especie de manto de impotencia a su rival. El Atlético se lo supo quitar de encima
después de un cuarto de hora de acoso febril sobre David de Gea, quien respondió desde
en esos albores con la seguridad que contradice su edad partido tras partido. Con el paso
del tiempo le temblaron más los guantes, pero esa es la lección
que se aprende en un club grande que llega a grandes escenarios.



El Atlético centró su defensa, midió mejor la parcela central y templó el espíritu. Incluso
gozó de alguna aproximación al dominio de Pepe Reina, que le sacó un balón envenenado
a Raúl García e incomodó la definición de Agüero. Pero aunque el equipo de Quique haya
ganado en empaque, todavía recuerda a ratos a ese grupo temeroso que regala faltas y
balones en zonas contraindicadas. La vista de lince de uno de los jueces de banda evitó
que contara el remate de cabeza de Agger, en posición ilegal tras el saque de falta de
Gerrard. Pero, casi a la orilla del descanso, Aquilani, una de las sorpresas ofensivas de
Benítez, enganchó un balonazo raso que, lamiendo el interior del palo a la izquierda de
De Gea, dibujó un panorama más sombrío para el Atlético. Eliminatoria empatada en
una jugada aparentemente insulsa, iniciada en un saque de banda.

F. Llamas | 29/04/2010