Semis. vuelta. UEFA Europa League 2009/10 Liverpool 2-1 ATLETI.- Diego Forlán, del tormento al éxtasis

El año más difícil del uruguayo
Diego Forlán, del tormento al éxtasis



Ayer acudieron unos 3.000 rojiblancos en Anfield, el vetusto estadio en el
que se escuchó nítidamente uno de los gritos de guerra de las huestes
atléticas: "¡¡U-ru-gua-yooo!!". Se oyó mucho antes de que el delantero
Diego Martín Forlán Corazo resolviera la semifinal con un balón picado,
que le botó alto y que remató con la precisión que le falta muchas veces
en las situaciones más sencillas. A más complicación, mayor acierto.

Los errores groseros y las fantasías fastuosas se conjugan en el atleta
completo que luce abdominales de envidia y un talante afectuoso y
comprometido. Estalló la última semana de marzo, en el partido contra
el Athletic. Abrió la vía de la victoria por 2-0 y tras marcar se encaró con
la grada: "¿Y ahora, qué? ¡Chupádmela!" Un grito maradoniano retador,
quizá ventajista. Pero del que nunca se arrepintió. Consideraba
que tenía razón, que era su turno para responder.



"¡U-ru-gua-yo!, ¡U-ru-gua-yo!", resonó ayer en la madrugada madrileña,
alrededor de la plaza de Neptuno, donde centenares de jóvenes fanáticos
del Atlético de Madrid festejaron la primera alegría de una primavera que
parece pintada de rojo y blanco. Todos 'chupan' ahora el
uruguayísimo mate de los goles del matador de Montevideo.

Saben que es el artífice, el conductor que, con sólo tres goles -uno al Galatasaray,
dos al Liverpool repartidos entre la ida y la vuelta de las semifinales- ha remolcado
a los suyos a Hamburgo, donde se jugará el primer título de la Liga Europa,
nueva denominación de la segunda competición europea.

Forlán cumplirá 31 años el próximo 19 de mayo, día de la segunda final que el
Atlético jugará en siete días. El término, o casi, de una temporada terrible que,
como la anterior y la anterior de la anterior, él concluye a una
velocidad muy superior a la que el resto puede soportar.



Ha sido un curso duro. Terrible para el Atlético, que enfiló una cuesta abajo
peligrosísima de inicio y ha ido recuperando terreno en una pronunciadísima
rampa. Como Forlán, crecido en la dificultad. Ahora todos desean disfrutar del
momento y compartir una ilusión que se modifica según los
impulsos de sus jugadores y los resultados del equipo.

Los 32 goles ligueros del rematador en la temporada anterior, los de la 'Bota de Oro',
han pasado a ser -por el momento- 17 y los 42 de todas las competiciones son,
ahora, 26. Ahora bien, los títulos están al fin a mano gracias a seis de ellos.
A los tres que han abierto la vía a Hamburgo y al otro trío -uno al Celta, dos al
Racing- que dirigieron al Atlético hacia la final de la Copa del Rey. La que, tras mucho
pensárselo, los federativos ubicaron en el cumpleaños del aclamado 'u-ru-gua-yo'.

F. Llamas | Madrid 30/04/2010