La cólera de Manzano

La cólera de Manzano



La analítica del partido defiende la continuidad de Manzano. Una mala noticia para
el Atlético de Madrid, que con este cul de sac retozará en la mitad de la tabla,
situación a lo que no puede aspirar más, dada la categoría de la chatarra con que
Gil conformó esta plantilla rojiblanca. Salvó el pellejo Manzano, porque once
contra once, el Atlético fue bastante más solidario y pragmático que un Real
Madrid inédito, desconocido. El peor Madrid de la temporada en Chamartín.

¿Por qué? Por culpa de Mourinho en un alto porcentaje. El profeta es también
imperfecto. Contestar a Manzano, con retórica insidiosa y sugerir que se conformaba
con la mínima era un pésimo discurso para sus jugadores. Una dialéctica
que empeoraba otras palabras suyas de alabanza a
Mateu Lahoz, el “trencilla que no pita una falta”.

El Atlético de Manzano, con Mateu, el gran árbitro, jugaba con patente de corso
para incrementar su dureza, el fútbol cólera que había advertido Manzano, típico
y secular en los viejos enfrentamientos. El Madrid no sólo picó ante el despliegue
bronco del Atlético. Jamás supo contestar con juego a las patadas y provocaciones.
En pocas palabras, el Madrid de Mou abdicó de jugar al fútbol. No jugó nunca
bien. Ni siquiera cuando el pobre Atleti estaba con 10 y hasta con nueve.

Es posible que el oxígeno que se llevó la Champions con los croatas robara la
frescura de otros días. Pero Cristiano había descansado y realizó el partido más
torpe y obtuso desde hace muchas semanas. Fueron los franceses Lass y
Benzema los únicos que arrastraron como pudieron al resto. Creo que Mourinho
ya había descubierto a Lass como lateral derecho en el Chelsea. También le
gustaba a Juande Ramos, a Pellegrini. Al final es su demarcación perfecta. Lo
siento por Arbeloa. En cuanto a Jesús Ortiz, como llaman a Özil en la grada, está
claro que tiene menos fuerza que un pollo y fue el responsable de que
el juego ofensivo blanco no fluyera como en otras ocasiones.

Descubrir a estas alturas a Adrián es como vender pesetas a los chinos. Es mejor
delantero y más moderno que Falcao. Y es la joya rojiblanca. Debe cuidarla, como
el turco Turan, con ese apoyo absurdo del Frente Atlético que exibía
una bandera turca donde estaban ubicados. Surrealismo atlético.

Ya lo escribí en su día. No me gusta la técnica del arbitraje de Mateu Lahoz . Y,
al final, demostró que tenía pánico de ser justo y pitar a favor del Madrid, como
si sintiera ya el castigo de la Federación de Villar y su sultanato.

Cortador de césped - J. Ruiz
26 NOV 2011 elmundo.es

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