Sudáfrica 0-3 Uruguay

Victoria por 0-3 ante Sudáfrica

Forlán desahucia al casero

Este miércoles era fiesta en Sudáfrica, el Día de la Juventud, una jornada bien
empleada para recordar a los estudiantes negros asesinados por la Policía en
Soweto, hace en este 34 años, y todo porque estaban pidiendo algo tan básico
como que su educación fuese igual que la de los blancos. De modo que desde
primera hora de la mañana se inundaron las calles de gente con todo lo imaginable
como atuendo, y todo relacionado con los 'Bafana, Bafana', el orgullo patrio en
estos días, desalojados del festejo, y casi del Mundial, gracias al
soberbio fusil que posee Forlán en la pierna derecha.



El balón tocó en Mokoena, el capitán que no gana para disgustos pues suyo fue el
error del primer partido que costó el gol de México, pero en todo caso el disparo
del uruguayo iba con muy mala leche. Aprovechó el jugador del Atlético el cambio
de posición ideado por Tabárez, retrasándolo unos metros a él para unir a Cavani
y Luis Suárez como delanteros, modificando el dibujo del debut ante Francia.

Por ahí nació una selección, Uruguay, con mucho más nervio en los últimos metros
que el otro día, casi todo partiendo de las botas de su futbolista franquicia. El gol
llegó al poco del inicio (minuto 23), pero a esas alturas ya estaba claro quién era
mejor. Mejor o, al menos, más tranquilo ante la trascendencia de la noche.



El derrotado empezaría a plegar velas, y quien debe hacerlo ahora es el casero,
desahuciado en un trallazo y dominado después a base de muy poco. Sudáfrica,
más allá del entusiasmo, apenas presume de fútbol. Fue incapaz de discutir el
resultado durante una hora de partido, hasta que un penalti sobre Luis Suárez lo
transformó, cómo no, Forlán, dueño absoluto de la primera victoria de Uruguay en
un Mundial desde hace 20 años (seis partidos), que coloca a la
primera campeona del torneo muy cerquita de los octavos
de final. El gol de Álvaro Pereira, para el inventario.

E. J. Castelao| Ciudad del Cabo 16/06/2010