Cartón piedra y venta de humo ( por Ruben Uria)

Desde que la afición del Atlético de Madrid vive con La Peineta a cuestas, hay que reconocer que la evolución de su todavía presidente sobre la mudanza ha sido ‘ejemplar’. Ahí va su metamorfosis: Cerezo en fase uno. ‘’Se habla de mudarnos a La Peineta, pero estamos muy a gusto en nuestra casa que es el Vicente Calderón”. Cerezo en fase dos. “El 99% de los atléticos quiere irse a La Peineta, se lo digo yo, que lo tengo claro” (¿?). Y Cerezo en fase tres. “ La Peineta es una gran operación, es un día histórico…también para el Atlético de Madrid”. El pasado lunes, en Estudio Estadio, Cerezo pensó que el personal se había caído del gindo y entró en fase cuatro. El aún presidente dijo que los atléticos podrían dormir a pierna suelta, porque el fiasco olímpico de Madrid no afectaría a la construcción de La Peineta.  En el turno de preguntas, quien esto escribe preguntó a Cerezo dos cuestiones: ¿seguro que esta será la fecha definitiva? y ¿por qué si el Atlético decide cambiarse de casa no la he preguntado a sus aficionados? Cerezo elevó el tono de voz, se atropelló, abusó de su ‘me entiendes’ y repitió que el club había preguntado a su afición por el cambio de casa y todos querían irse a La Peineta. Eso sí, no dijo a quién preguntó.

Horas después de la nerviosa intervención de Cerezo, el Atlético convocaba a la prensa a una visita a las obras del estadio y allí, Gil Marín anunciaba que la mudanza se retrasa (de momento) otro año más. Vaya por Dios. Conviene revisar la hemeroteca: hace 6 años, en 2007, Cerezo decía que la mudanza era ‘completamente transparente’, que La Peineta tendría 75.000 localidades y Gallardón aseguraba que el Atlético jugaría allí la temporada 2010-2011. En 2009, hace cuatro años, Cerezo afirmaba, sin rubor alguno, que el Atlético jugaría en La Peineta en 2012, con un aforo de 73.000 localidades. [Nota: unas 2.000 localidades menos de la primera versión]. El año pasado, en 2012, Cerezo contaba que la mudanza era ‘ideal’ que La Peineta tendría 69.000 localidades y que el Cluzjugaría allí en 2015. [Nota: ya se han perdido 6.000 localidades por el camino, pasando de 75.000 a 69.000, justo el aforo que tenía el Calderón antes de que los Gil encogieran el aforo]. Hace días, Cerezo aseguraba que el Atlético jugaría en su nuevo estadio en 2015 y ahora resulta que Gil Marín, al que algunos hinchas le han llegado a cantar en el Calderón aquello de ‘Gil Marín es Urdangarín’,decide reordenar su calendario y habla de la campaña 2016-17.

Cerezo dice que le han preguntado a los aficionados del Atlético si quieren cambiarse de casa y que todos están encantados. Más allá de la realidad virtual del presidente está la historia: la que dice que la Plataforma ‘Salvemos el Calderón’ fue capaz de reunir más de 20.000 firmas para oponerse a ese cambio de casa. Alguien debería explicarles que los estadios no los llenan los constructores, ni los políticos, ni los directivos, sino los aficionados. Gil Marín dice que todo está firmado y que todo va sobre ruedas. La realidad: el TSJM estimó parcialmente el recurso presentado por la Asociación‘Señales de Humo’, que impugnaba la modificación del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid para aprobar la operación ‘Mahou-Calderón’. El dúo prescrito primero aseguró que con La Peineta se acabaría la deuda del club, luego dijo que se pagaría parte de la deuda, más tarde que el cambio de casa sería a pelo y ahora resulta que el Atlético tendrá que pagar dinero de su bolsillo para cambiarse de casa. La realidad es que La Peineta está en el limbo, es el estadio de nunca acabar y que mientras ellos abusan de un calendario de fechas aleatorio, el nuevo San Mamés se ha construido, de la nada, con seriedad y rigor.

Las preguntas se agolpan: ¿cambiar de estadio es buena excusa para dejar abandonado y sucio el Calderón? ¿qué sentido tiene desplazarte a la otra punta de la capital? ¿por qué es vital un estadio con más capacidad cuando el Calderón realmente sólo se llena cinco o seis veces al año? ¿cambiar de casa para no ganar nada a cambio es razonable? ¿cambiarían de casa los aficionados de Madrid y Barça sin que les consultaran? ¿quién le ha dado derecho a estos señores a mercadear con un estadio que sí pagaron todos los socios del Atlético y a los que no les han preguntado si quieren desprenderse de él? ¿a quién beneficia este cambio de estadio, a los aficionados del Atlético o a sus dirigentes? ¿qué crédito puede tener la afición del Atlético en la palabra de un cooperador necesario de un delito prescrito de apropiación indebida? ¿los atléticos tienen que confiar en la palabra de un dirigente condenado por estafar a su propio club? Con ustedes, La Peineta. Cartón piedra y venta de humo. Si dudan, ya saben, aquí no pasa nada. Y si pasa, se le saluda.

FUENTE: Rubén Uría / Eurosport